Aunque quizás debería matizar diciendo que al DRM de Adobe, en concreto, le quedan 4 días. Yo no tengo los conocimientos técnicos cómo para definir dónde empieza una protección, dónde acaba otra, o dónde la protección no existe, pero creo que todos sabemos que “la forma de protegerse”, de proteger los libros de la copia, de Amazon, por poner un ejemplo que conocemos todos, ha funcionado, y el sistema que ha usado Libranda en España, como ya he comentado en ocasiones, es una tortura para cualquier comprador.
A esa conclusión han llegado en la Casa del Libro, como otros antes, seguramente llevados por la experiencia. ¿Y cuál es la nueva estrategia? La misma que la de Movistar, de la que he hablado en otro sitio: subir los ebooks a la nube.
Llegado a este punto os recomiendo la lectura del post de Julieta Lionetti sobre el tema, ya que sabe mucho más que yo tanto desde un punto de vista editorial como desde un punto de vista técnico. Os adelanto únicamente un párrafo:
Que pasa, obviamente, por la nube. Un motor de lectura que permita acceder a los libros online y offline. Tanto en formato ePub como en .pdf. En cualquier dispositivo. ¿Les suena familiar? Compra con un solo click, sin necesidad del doble registro al que se verá obligado el resto de libreros que trabaje con Libranda y el DRM de Adobe. Sincronización del punto de lectura en todos los dispositivos; posibilidad de anotaciones y subrayados. Lectura social, faltaría más, y el consiguiente informe sobre los hábitos de los lectores, un servicio que ninguna otra librería española podrá dar a los editores, a menos que hayan licenciado The Copia.
No tengo claro del todo que la nube sea el punto de destino del mundo de los ebooks, pero si dos empresas grandes como Telefonica y Planeta con sus citadas marcas apuestan por ello, sino es el destino es una parada importante. ¿Problemillas que veo?
- La sensación de que el libro no es tuyo al 100% aunque hayas pagado por él, más pareciera un alquiler, un “yo te lo guardo” hasta que seas mayorcito. Esto parece una tontería pero yo creo que no lo es.
- Sabor agridulce al ver que se hacen cosas, pero que sólo las empresas grandes, con gran capital detrás, son capaces de abordarlas. No sé exactamente donde va a quedar proyectos más pequeños como el de 24 symbols también basados en la nube, no sé si van a tener empuje para competir. Tampoco sé el futuro que les espera a las pequeñas editoriales digitales que han optado por vender sus propios libros.
- ¿Hay convicción en ésto o se buscan respuestas apresuradas al desembarco de Amazon y Google Books?
A pesar de lo dicho creo que los pasos que se van a dar sin positivos, porque sinceramente, peor no se podía estar haciendo, y ojo, no creo que toda la culpa sea de Libranda, sino de las editoriales, ya que quien ha querido publicar un libro sin DRM ha podido. Una Libranda sin Adobe y con mejores precios no digo que hubiera triunfado, pero podía haber funcionado.
Tags: Amazon, Casa del Libro, Descargas, DRM, eBooks, Literatura digital
Lo he estado leyendo esta mañana, y estoy con los comentarios que hablan de incoherencias y cosas que no se entienden en esta “nueva estrategia”.
Habiendo ya varios sistemas con DRM “sencillo” establecidos con éxito a nivel internacional (Amazon, Kobo, iBooks…) y por supuesto estándares sin DRM también establecidos, y una experiencia previa en la conversión a digital como ha habido en el mercado musical, imponiéndose al final la venta sin limitaciones, no comprendo esta obsesión por reinventar la rueda.
Casa del Libro no hace esto por experiencia porque hace muchos años que está en el mercado. Así que ha tenido tiempo para saber que su experiencia no era buena (seguro que hacían encuestas) y también para analizar que hacían otros competidores. A no ser que su equipo de marketing sea malo, muy malo y nunca se preocupara de saberlo… cosa que dudo porque Nacho Somalo estuvo al frente del negocio durante mucho tiempo (y ahora vende justo el modelo que defendemos todos9. Y, sin ir más lejos, la gente de Anatomía de la Edición publicaron hace un año un análisis de la experiencia de compra en librerías online, así que supongo que la gente de Casa del Libro no son ciegos ni tontos y leen blogs o les llegan las cosas.
En fin, que llegan tarde y mal, pero llegan. A mi lo que me pide el cuerpo es que se hundan, la verdad. Años engañando al personal para llegar aquí.. así que si la gente fuera como tiene que ser no compraría como señal de protesta y se dedicaría a piratear a lo bestia. Como pasó con la música. Pero como somos como somos, mejor sin DRM, aunque déjame decirte que como son así de codiciosos y no perdonan una, no se dan cuenta que no todo acaba en el DRM. Con un precio como el que pretenden no se van a comer ni un quico. Al tiempo.
Buenas Javi.
No encuentro tu correo electrónico y por eso te escribo por aquí.
Hace tiempo que leí tu libro y me gustó, ahora me gustaría editar el formato y ponerlo en epubgratis, no se si conoceras la web. Si me lo permites incluiria el mismo texto que pones aquí para el libro, incluido los enlaces para compra y donación.
Si al final prefieres que se mantenga solo aquí, me gustaria ofrecerme para limpiar un poco el código del libro (lo estoy viendo y está un poco guarro por culpa del Calibre) y puedas poner para su descarga un archivo algo mas depurado. Espero tu respuesta. Un saludo!
[...] Ahora sí que al DRM le quedan 4 días https://javiderios.com/?p=801 por RoB hace 2 segundos [...]
Kounch, David, gracias por los aportes al debate.
Polofemo, te pongo un mail.
Otro apunte. Sobre el pirateo a lo bestia, toda la gente que conozco y tiene un lector de libros electrónicos… es lo que están haciendo, y hablo de gente que hasta hace nada gastaba dinero con frecuencia en libros de papel, así que yo creo (por lo que veo en mi entorno de conocidos) que sí que van las cosas por el camino que fue con la música.
Además me imagino, Kounch, que todos conocemos a más de una persona que nunca pagaría aunque los ebooks valieran 2 céntimos. Por eso creo que la apuesta piede pasar por una especie de Netflix de los libros, por una plataforma que te lo haga muy muy fácil, que por un precio ajustado ponga a tu alcance con mucha facilidad todo lo que pudieras desear leer.
Nosotros, como editorial digital e independiente, estamos en contra del DRM y totalmente a favor de cualquier plataforma que favorezca el acceso a los usuarios a los ebooks. Pero, ¿de verdad los libros en la nube se lo pone más fácil a los lectores? No decimos que no lo haga, sino que tenemos nuestras dudas. Para empezar, para acceder a este tipo de servicios se recomienda un dispositivo de lectura con conexión a internet y navegador. ¿Qué pasa entonces con los que tienen un reader antiguo o económico sin esas caracterísiticas? ¿Tendrán que tirarlo y comprarse uno nuevo? ¿O tendrán que pagar el servicio “premium”, como en 24symbols, para poder acceder a los contenidos offline?
Aún quedan cosas que aclarar y mucho por hacer, y esperamos que para ello se cuente un poco más que hasta ahora con los lectores/usuarios/clientes, que al fin y al cabo son los que mantienen vivo el negocio.
Yo no he dicho que la nube me parezca la mejor opción, sino que no existe ninguna peor que la actual…
Yo creo que la nube es una opción más que, eso sí, tiene la ventaja que evita o disminuye el pirateo. Pero también tiene dos desventajas, la que apunta sinerrata, que deja fuera del negocio a toda esa gente que no tiene conexión móvil, y la de esa conciencia de propiedad tan arraigada en nuestra cultura. Ambos “problemas” solo se resuelven con el tiempo (el primero, además, con conexiones y cacharros más baratos).
Pero como ya habéis dicho el pirata lo será siempre valga 10 euros o dos céntimos, así que concentrémonos en los que sí quieren pagar y estoy seguro que un buen producto, a un buen precio y con facilidad para adquirirlo tendrá éxito. Lo malo del asunto es que aún nadie sabe que es buen producto y que es buen precio… … pero sí sabemos que es adquirirlo fácilmente, y empieza por no tener DRM.
Ya sabemos que tú no estabas defendiendo “la nube”, Javi, tan solo queríamos introducir ese elemento en el debate porque últimamente se habla de ese sistema como si fuera la panacea y creemos que no es tan ventajosa para los lectores, aunque sí lo sea para las editoriales y su problema con la piratería (sobre todo porque además les ahorra pagar las licencias de Adobe, nada baratas, por cierto). Como dice David, hay que seguir buscando cómo ofrecer el producto correcto, al precio adecuado y de acceso fácil.
Yo coincido con David, el problema que veo a la nube, y lo expreso en el post es que socava el concepto de propiedad, más bien parace un alquiler. Pero a día de hoy le veo una ventaja: van a facilitar la compra. Lo de la conexión a Internet de aquí a un par de años no creo que sea problema, aunque, ¡coño!, sí, yo también defiendo el derecho a leer en local, pero es que el DRM actual ha “complejizado” tanto una simple compra que esto va a funcionar mejor seguro.
Señores. Yo tengo un E-book y no lo uso, y como yo muchísimos más. Puede que más bien tarde que temprano los libros en papel tengan un verdadero enemigo con los e-Book, pero de momento no. Lo que realmente está haciendo daño a nuestro amado formato, perdón, a mi amado formato, es el internet puro y duro. No porque se lea lo mismo sino porque el tiempo, señores , lel tiempo que utilizabamos en lñeer libros hoy lo utilizamos leyendo Blog’s WEB’S Fecebooks y demás, y ahí si hay un problema, en el tiempo. No se si viene al caso, pero me apetecía dejar esta reflexión aquí. Saludos y gracias por tu labor en Facebook Javi.
Gracias por tus palabras Juan. Bueno, yo no considero perdido el tiempo que dedico a redes sociales. No lo ha perdido la lectura sino que se lo he quitado a la tele que básicamente uso para ver series y peliculas.. Un saludete.
Je, je, je… Sí, el enemigo es la tele, no la piratería.
En mi caso, como autor paupérrimo, me la sopla bastante lo que pase con mis obras, que están en descarga gratuita, como no podía ser de otra manera: con que no me usurpen el nombre, me vale. Pero sí os digo una cosa: querer controlar internet es como si quisieran acabar con la imprenta en el siglo XVI (bueno, ya lo intentaron, pero no pudieron). También hubo quien quiso mantener la lectoescritura lejos de la gente, y no hace tanto. En definitiva, puertas al campo.
Sí hay soluciones que podrían ir poniéndose en marcha, pero para eso hay que trabajar, y no tenemos costumbre, ¿verdad, señores editores? Necesitamos un nuevo Jobs para que nos saque de esta. Mi opción, provisional: descargas, cobro por número de descargas, ránkings y estadísticas reales de popularidad, financiación por publicidad (que paguen a los autores los que quieren vender productos que no necesitamos), democracia cultural… Y claro, apagad la tele, por dios, que es peor que el tabaco.