Corría el año 1942 y las 23 integrantes de la Orden de las Hermanas Sufrientes de Santa Torcuata se reunieron alrededor del sepulcro de su fundadora, como hacían desde tiempo inmemorial cada 20 años para comprobar que el cuerpo de la santa seguía incorrupto. Para la madre superiora era la tercera, y con toda seguridad la última, participación en una ceremonia de ese tipo.
Todo seguía igual, salvo un par de pequeños detalles. El crucifijo que el cadaver sostenía entre sus manos no estaba en la posición correcta, sino boca abajo, y la cara momificada de la fundadora lucía una sonrisa sardónica, extraña. La madre superiora tragó saliva por tres veces antes de dar la orden de cerrar el sepulcro que, hasta que nosotros llegamos, no había vuelto a ser abierto.
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Leer el anterior microrrelato: Nadie respeta a Pacholo
Tags: Microrrelatos
Bello y entrañable relato Javier.
Tiene un encanto especial.
Saludos.
He leido el microrrelato del payaso, a veces las apariencias y el peligro o el civismo está dónde menos pensamos. Un saludo, Salva.
Gracias Socorro.
Gracias Salva, ¿y éste que te parece?
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This post was mentioned on Twitter by javiderios: Microrrelato en mi blog: Incorrupta https://javiderios.com/?p=274...
Me gusta mucho. Te deja con ganas de más.
Un saludo.
JoseBusto, si te he dejado con ganas de más, ésta vez lo he hecho bien.
Gran relato Javi, me gusta… intenso, y sí, te deja con ganas de más…
Un saludo!
Gracias Xabi, te invito a que siguiendo los enlaces leas alguno más.
Caramba !!!!!!!!!
Salu2 !!
Hola Javi, muy bueno el cuento. Detrás de la morosidad de la secuencia y de la apariencia inocente y formal de la trama están el misterio y el miedo. Yo lo encuadraría como un delicado relato de terror. Me gustó mucho.
Intrigante a todas luces
Estupendo! Muy intrigante….
Me gustó tu microrrelato. ¡A dejar correr la imaginación!
Gracias Pablo, Raúl Oscar, Anagun, Carmen, Cristina. Pocas veces consigo tanta unanimidad en las críticas. Os invito a seguir los enlaces y leer el resto de los cuentos.
Hola Javi:
Me gustó el relato, pero voy a hacer de poli malo, y te apunto dos cosillas que cambiaría (con tu permiso):
1/Muchas cifras: 1942, 23 monjas (ese dato podrías suprimirlo), cada 20 años.
2/Creo que impactaría más que la primera vez que abriesen el ataud ya viesen el crucifijo al revés, porque una vez fallecida es difícil hacer tratos con el diablo, más lógico es que los hiciese antes.
La idea es muy original, ya te iré leyendo más cosas.
Un saludo (y mis disculpas, espero que no te molesten mis observaciones).
¿Molestar Rocío? Nada más lejos. Son muy interesantes los apuntes. No exactamente lo de las cifras pero en más de una ocasión me han dicho que recargo los microrrelatos de forma superflua. Es muy difícil cambiarlo para mí, ya que me encanta el microrrelato pero a la vez huyo del minimalismo y me gusta dar verisimilitud a algunas situaciones haciendo ver los detallitos al lector. Pero tus observaciones no caen en saco roto.
creo que es de los microrrelatos más interesantes que he leido. Podría seguir y escribir una novela… ¿lo ha pensado alguna vez?
Gracias María. Buff, el salto de un microrrelato a una novela es “mucho salto”, ¿no?