Yo no paro: doy patadas, respiro fuerte, (no, no ronco por Dios, ¿tu sí?), me estiro, me encojo, giro sobre mi mismo varias veces aplastando a la persona que me sufre, me vuelvo a estirar y me vuelvo a encoger, meto un brazo debajo de la almohada, lo saco y vuelvo a girar, pero nunca he conseguido “perpetrar la coreografía” que podéis ver en este videoclip de Oren Lavie.

Me lo he encontrado en el blog Cuarto Derecha, gracias al Twitter de Fernando Summers